SOBRE EL AMOR

 

Mucho se habla sobre el amor y más en este mes de febrero cuando se acerca el 14 de febrero, el día de los enamorados.

Pero ¿qué es realmente el amor y qué tipo de amor es bueno que busquemos, cultivemos y conservemos para ser felices en nuestra vida?

 

El amor es un sentimiento de afecto universal, que se tiene hacia una persona, animal o cosa, (por ejemplo un país, ideas políticas, etc.). Es habitual que busquemos el amor fuera nuestro, hacia otras personas, cosas, etc. y que a menudo nos olvidamos que es sumamente importante si queremos ser felices y poder amar de forma plena, que podamos amarnos a nosotros mismos.

 

“Si yo no  me quiero a mí mism@, no puedo querer a los demás” (Aida García), nos cita Victoria Cadarso (psicóloga), donde también habla en su libro “El niño interior”, que te enamores de ti, para poder querer a los demás.

 

Para lograr esto es importante saber escucharnos, nuestros pensamientos, anhelos, sentimientos, que cuando más los escuchamos, (nuestros sentimientos) y nos guiamos por ellos, más conciencia podremos aportar a nuestro camino, pudiendo evitar las trampas de la mente, (como dice el escritor Carlos Escudero Ruiz). Este autor también nos explica este proceso en su libro “¡Permítete ser feliz!”: “Pensar pertenece a la mente, y la mente se encuentra más alejada del alma que el corazón (sentimiento). Por eso es más fácil que estemos en sintonía con lo que nuestra alma anhela si decidimos con el corazón”.

Y nos continúa explicando este autor:

“La vida no es mente, la vida es experiencia. El control de las cosas es un truco con el que renuncias a la experiencia y a la vida. Es como si te dijeras: -No estoy dispuest@ a pagar el precio de vivir-. Estás en tu derecho, la ley más grande de este plano existencial es el libre albedrío.”

 

Así que después de todo lo expuesto, podemos llegar a la conclusión que es importante que escuchemos a nuestro corazón y nos dejemos guiar por él, tanto como podamos; contribuyendo de esta manera no sólo a querernos más a nosotros mism@s, sino también a construir un mundo donde cada vez haya más amor universal, la fuente de energía más poderosa que existe, que nos nutre y nos ilumina a tod@s.

Lídia R.C.

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